Libro: The Eyes
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Navidades Inesperadas
 
 
 
 
            Llegó el día de ir al hotel Carrell, y todos estábamos muy emocionados, sobre todo mi hermana; Papá y mamá hacían sus maletas, en cambio yo solo recogía lo que había usado esos 3 días. Como de costumbre Caroline estaba hecha un desastre con su equipaje, no sabía que atuendos llevar, pero al final todos estuvimos listos y Fred nos buscó en una limosina negra. Al llegar al hotel estaba emocionado, nunca me había hospedado en un lugar tan lujoso, y estaba seguro de que mis padres tampoco; El chequeo en el mostrador fue rápido y un señor que vestía de traje nos llevó a nuestra habitación, mientras otro llevaba nuestras maletas en un carrito. Parecía raro hospedarse en un hotel que estaba a menos de 1 hora de tu casa, aunque yo sentía que estaba a miles de kilómetros de ella.
 
            Nos quedamos en una habitación muy lujosa en el piso 9, la cual tenía un balcón que daba hacia la parte posterior del hotel, donde había una cancha de basket ball que a su vez era una de soccer, y a un lado de esta había otra construcción con forma de galpón, la cual tenía las paredes hechas de vidrio, y adentro había una piscina acondicionada.
 
Llamaron a la puerta y Caroline abrió.
 
- ¿Qué les parece? – Preguntó Fred con una sonrisa -
 
- Pues todo esta estupendo, gracias de verdad – Dijo mi madre -
 
- No hay problema alguno Sra. Sullivan, quería decirles que si gustan de usar algún servicio en especial no duden en hacerlo, no se les cobrará nada.
 
- ¿Cómo pagarás todos estos gastos? – Preguntó Caroline, Fred sonrío y bajó la mirada -
 
- Esta cadena de hoteles le pertenece a mi familia – Todos nos sorprendimos y lo miramos a la cara -, así que de verdad no duden en usar las instalaciones; Estoy algo apurado solo pasaba para decirles que hoy en la noche tenemos una cena en el restaurante italiano.
 
- ¿Dónde está eso? – Pregunté -
 
- En el piso doce, allí se encuentran varios restaurantes, al igual que en el piso once.
 
- Perfecto – Dijo mi padre - ¿A las 8 te parece una buena hora?
 
- Estupendo– Fred esbozó una sonrisa -. Entonces nos vemos en la cena – Dio media vuelta y se fue -.
 
- Fred debe de tener un dineral – Dijo Caroline -
 
- Pues claro que sí – Dijo mi padre -, quien sea dueño de un hotel así tiene que tener mucho dinero.
 
- Por favor, no quiero comentarios al respecto en la cena – Dijo mi mamá -
 
- Tranquila mamá – Respondió Caroline -
 
 
 
 
            La cena estuvo estupenda, y todos la disfrutamos mucho, el ambiente en aquel hotel era excelente y como estábamos con Fred, teníamos algunos privilegios que no tenían el resto de los huéspedes.
 
 
 
 
Llegó el treinta y uno de diciembre, y todo era alegría. En el salón de festejos del piso uno se celebraría una gran fiesta de fin de año y todos estaban ansiosos por ello. Todos estuvimos listos a tiempo, a excepción de Caroline, no sabía que vestido ponerse, y mamá la ayudaba en su elección; Llegamos al salón a las diez treinta y ya había mucha gente en sus mesas, todo estaba bien organizado. Cada uno tenía una mesa según su número de habitación, había una tarima en la cual tocaba una banda musical, y muchos mesoneros atendiendo las mesas que les correspondían. Tan pronto como entramos se nos acercó un señor trajeado.
 
- ¿Son la familia Sullivan? – Dijo el hombre trajeado -
 
- Eso es correcto – Contestó mi papá -
 
- Síganme por favor – El hombre caminó al fondo del recinto y subió unas escaleras, luego quitó un cordón para que pasáramos –
 
            Al llegar a esa zona privada vi que Fred se hallaba en una mesa con cuatro asientos disponibles y supuse que esa sería donde nos sentaríamos.
 
- Esta es su mesa – Dijo el señor de traje y mi padre le dio las gracias, Fred se paró para saludarnos a todos y luego tomamos asiento -
 
- ¿Han disfrutado de la estadía en el hotel? – Preguntó Fred -
 
- Muchísimo, la verdad estamos encantados – Respondió mamá -
 
- ¿Ya estuvo en el Spa?
 
- Si, estuve con mi esposo y Caroline, y estuvo de maravilla.
 
- Me encantó – Dijo Caroline –
 
            La noche fue divertida, sirvieron comida exquisita y la música estuvo agradable. Después de las doce de la noche, cuando ya todos se habían deseado un feliz año nuevo, pusieron música e invitaron a todos a la pista de baile; Caroline y yo bailamos un buen rato, al igual que papá y mamá, pero Fred permaneció sentado contemplando un collar con una foto. Caroline se sintió mal por él y me dejo allí parado para ir a sacar a Fred a bailar, esto no me molestó en lo absoluto; Cuando subía las escaleras para dirigirme a la zona privada me topé con una muchacha rubia la cual estaba un poco ebria.
 
- Hola guapo – Dijo esta tambaleándose un poco - ¿Quieres bailar un poco?
 
- No gracias – Traté de evitarla y pasé por un lado de ella, pero me tomó del hombro para retenerme -
 
- ¿Acaso no te gustan las mujeres? – Sonrío y seguía tambaleándose -, ¿Eres homosexual? – Aquello me causó un poco de gracia, no podía tomar en serio sus palabras debido a su estado -
 
- ¿Por qué mejor no te vas a tu mesa? – Dije con una sonrisa en los labios -
 
- ¿Tienes algún problema conmigo? – Gritó la muchacha haciendo que muchos voltearan a verme, incluso Fred que estaba en la pista volteó - ¿Qué diablos te ocurre? ¿Por qué me rehechazas de esta manera? – Aquella situación se había vuelto penosa y la muchacha no podía controlarse -
 
- ¿Algún problema Julia? – Dijo un hombre a mis espaldas, el cual era muy corpulento y un poco más alto que yo -
 
- Este cretino me esta ofendiendo cariño – Dijo la muchacha -
 
- ¡No es cierto! – Dije y giré para estar de frente con el hombre que había llegado – Oye tu novia… – Dije esto sin pensarlo, pero al parecer acerté – está un poco ebria, es mejor que te la lleves.
 
- ¿Crees que puedes venir e insultar a mi novia y luego irte en paz?
 
- Oye, para empezar nunca la ofendí, y mejor dejémoslo así, no quiero buscar problemas – A continuación, subí las escaleras y pasé a un lado de él, pero este me tomo de la chaqueta -
 
            Cuando giré, lo hice de manera brusca. Tomé su muñeca y la apreté.
 
- Te estás metiendo con la persona equivocada – Dije en un tono amenazador -
 
- ¿Algún problema? – Preguntó Fred a la vez que ponía la mano en el hombro del hombre corpulento - si es así puedo llamar a los guardias de mi hotel para que te lleven a tu habitación.
 
- Tranquilo señor, solo tenía una pequeña charla con el muchacho.
 
            Lo miré fijamente sin quitar mi mirada amenazadora.
 
- En ese caso, siga disfrutando de la fiesta – Fred subió y paso a mi lado, se detuvo un poco más arriba que yo y giró para hablarme -, ven Liann no hay nada que tengas que hablar con ese hombre – Le obedecí y lo seguí -
 
            Nos dirigimos a nuestra mesa y tomamos asiento. Fred me platicó que ya había disfrutado lo suficiente de aquella fiesta y que lo fuera a ver en su habitación cuando me fuera de esta.
 
- Te espero en mi habitación, no importa que tan tarde salgas de aquí, ve a verme. Quiero charlar un poco contigo. – Se paró y estaba a punto de irse, pero luego me observó - Di en recepción tu nombre y número de habitación, la chica te guiará hasta la mía – A continuación, Fred se fue de la fiesta -.
 
            Nos fuimos de la fiesta a las tres de la madrugada y mi familia se veía muy agotada.
 
- Vayan al cuarto, yo los alcanzo luego. Fred quiere conversar conmigo – Le dije a mi familia y luego fui a recepción. Como dijo Fred, indiqué mi nombre y número de habitación -
 
- Por aquí señor Sullivan, el señor Growney lo está esperando – No se por qué me sorprendió que llamaran a Fred por ese apellido, al fin y al cabo el era hermano de Ryan -
 
            Entramos al ascensor y la muchacha sacó una llave de su bolsillo, la introdujo en una ranura que se hallaba en la parte superior del tablero que indicaba los pisos, el ascensor subió inmediatamente y al llegar a su destino se detuvo. Llegamos a un estar bien amueblado con una TV gigante. Cuando salí del ascensor la muchacha bajó inmediatamente; Fred se acercó a mi para platicar.
 
- Vamos a la terraza – Estaba sorprendido, esa habitación era mas grande que mi casa de Neah Bay -
 
            Al llegar a la terraza Fred me ofreció vino y yo acepté, nos sentamos en la barra de un minibar y comenzamos a platicar.
 
- El tiempo que estuviste en mi casa noté que te fijabas mucho en Sophi, e imagino que te debes de preguntar quién es – Dijo mirándome fijamente a la cara, nunca había visto a Fred tan serio -
 
- Tranquilo, no tienes que decirme – Me apresuré a decirlo antes de que revelara algo que no quisiera -
 
- No hay problema, pronto serás parte de mi familia y no le oculto nada a mi familia – Dijo Fred, que a continuación se quitó un collar de oro – Este collar lo cargo siempre conmigo, nunca me lo quito – El dije del collar era cuadrado, y se podía abrir; Fred me lo entregó y lo abrí; Al abrirlo había una foto de Sophia, y en el fondo estaba la Torre Eiffel – Allí fue donde conocí a Sophi, era su lugar favorito – Cerré el collar y se lo entregué, y este de inmediato se lo puso y lo ocultó bajo su camisa -. Sophia, como ya te debes imaginar, era mi prometida.
 
- ¿Era? – Ya me había imaginado que Sophia estaba muerta -
 
- Exacto – La cara de dolor de Fred era indescriptible -, un maldito le arrebató la vida de la manera mas cruel posible.  Todo empezó en 1952, cuando mi hermano Ryan conoció a Frank, ya sabes muy bien quién es. Desde entonces, mi hermano se hizo mejor amigo de él; Frank tenía ideas descabelladas de como debíamos usar nuestros “dones” y pensaba que los vampiros debían conquistar las tierras como si fueran reyes, pensaba que los humanos son solo escoria y que muy pocos merecían la vida. Frank nunca me agradó, desde un principio me cayó de la patada, pero Ryan lo apoyaba y decía que yo era un estúpido por no hacer lo mismo, nosotros no teníamos mas de 16 años de haber sido transformados en vampiros y Frank ya tenia unos 32, obviamente era mucho más culto en este tema. Él nos enseñó todo, desde como funcionábamos, hasta como defendernos de otros vampiros, él nos involucró a mi hermano y a mí en muchas batallas donde tuvimos que descuartizar a otros vampiros solo porque no se llevaban bien con Frank, pero yo no podía seguir en esa situación. Yo era un buen luchador, pero no como Ryan, cuando yo apenas podía acabar con uno ya Ryan había matado a tres y sin dificultad alguna. Estuve pensando en dejarme ganar en una batalla y así librarme de todos mis problemas, pero cambié de opinión y decidí huir. No sabía a donde, hasta que una noche tomé la decisión de recorrer el mundo entero y aprender sobre nuevas culturas; La noche en que traté de escapar de Frank mi hermano Ryan me sorprendió y le platiqué sobre que no quería seguir viviendo de esa forma, él trató de detenerme pero yo me opuse, al final cedió y me dejó ir – La cara de Fred era indescriptible – ; Pasé años como viajero, pero de todos los lugares que recorrí, donde me sentí más a gusto fue en Francia, así que en 1969 decidí mudarme para allá; Luego llegamos a 1970, esa fue la fecha en que conocí a Sophi, estaba en lo mas alto de la Torre Eiffel, noté que no era el único vampiro allí presente y no me tomó más de dos segundos saber quien era, me presenté y coqueteé con ella. Me parecía que era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, charlamos por una hora aproximadamente y luego la invité a cenar, después de la cena pasamos el resto de la noche juntos y sabíamos que todo era amor puro – La cara de Fred era de enamorado -. Pasamos nueve excelentes años de novios, no tuvimos ni una sola discusión, y entonces en nuestro aniversario decidí llevarla a aquel sitio donde nos conocimos para pedirle que se uniera a mí en matrimonio, por supuesto ella acepto encantada y todo sería estupendo; Ya habíamos planificado nuestras vidas inmortales – Fred sonrío irónicamente -, pero no contamos con algunos detalles… Localicé a mi hermano, nunca dejé de comunicarme con él, incluso algunas veces pensé en volver pero él me advirtió que Frank no me quería cerca porque me consideraba un traidor, debí haberle hecho caso y no acercarme nunca a él – su cara ahora mostraba dolor, parecía sentirse culpable –; Regresé a los Estados Unidos para casarme aquí, en mi tierra, pero no fue como lo planeamos, dos días antes de la boda Frank fue a verme y me ofreció que volviera unirme a él, yo me negué pero sabía que al hacerlo corría peligro, y este se fue indignado, tenía miedo de lo que podía pasar y no sabía que hacer ante la situación, pero no quería angustiar a Sophia así que permanecí callado. Al siguiente día, al llegar a mi casa de haber comprado este collar para ella – Se tocó el pecho, donde tenia el collar de oro -, encontré el cuerpo de Sophia inerte en la sala de la casa, tenía rasguños e incluso moretones y había mucha sangre en el piso, tenía un hueco en el pecho y sabía que le habían arrancado el corazón, encima de su camisa había una nota de Frank, nunca olvidaré lo que decía esa nota – Recitó las palabras como si estuviera leyendo la carta – “El corazón de una persona es el precio que pagarás por tu traición, espero que nunca olvides que después de ofrecerte mi ayuda y haberte criado como a un hermano menor tú me diste la espalda y te marchaste, dejando a tus únicos dos hermanos atrás, sin importar que pasaría con nosotros” – Fred apretaba los puños -, no tienes idea de cómo deseo matar a ese maldito.
 
            Me hallaba paralizado, no sabía que responder a aquella terrible historia, pero por suerte Fred continuo su relato.
 
- Yo me fui de los Estados Unidos, y escapé a Francia, donde conocí a Sophia, y nunca seguí en contacto ni con Frank ni con Ryan – Su expresión era de dolor y a su vez este veía a la nada -, esa es la historia de mi Sophia, y de cómo el maldito de Frank le arrancó la vida; Pero si creíste que esta era la única historia que te contaría pues te equivocaste; Lo que te contaré ocurrió muchos años después de la muerte de Sophia – Me miró a los ojos -, ahora te contaré la historia de la dulce Gabriella – Me observó fijamente -; Frank y Ryan se encontraban en una caza de humanos para saciar la sed de sangre, ellos estaban de paseo por Italia, y decidieron ir a un club, donde conocieron a tres muchachas muy hermosas, pero por supuesto a ninguno de los dos se les hizo difícil coquetear con ellas, las convencieron de que los acompañaran al hotel donde se estaban hospedando; Imagino que ellas esperaban tener sexo con Ryan y Frank pero estaban equivocadas, ellas serían su alimento, Frank golpeó tan duro a Gabriella que perdió el conocimiento y no recuerda nada de lo que viene a continuación, había llevado a las tres muchachas a la habitación y cada uno le había chupado la sangre a una hasta quitarles la vida, dejando solo a Gabriella con vida, ella estaba inconsciente sobre la cama, y Frank se acerco a ella para comenzar a chuparle la sangre, Ryan al ver el cuerpo de Gabriella y ver como Frank le quitaba la vida sintió tristeza por ella, ya que le recordaba a nuestra hermana Martha, y como respuesta a ello apartó a Frank de un empujón y le inyectó ponzoña para convertirla en vampiro y así salvarle la vida. Frank quería matarla pero Ryan no aceptó esto, y Frank llegó al acuerdo de que dejaría vivir a Gabriella con tal de que se mantuviera con él como pareja ya que le parecía muy hermosa y Ryan no tuvo problema alguno, pero desde ese día la amistad con Frank comenzó a fallar, ya no era lo mismo, Ryan había cambiado su forma de pensar, y quería alejarse de Frank, pero no quería que le ocurriera a Gabriella lo que le ocurrió a Sophia, así que después de convencerla de que lo dejara se fueron a Neah Bay, para así ocultarse de Frank por un tiempo. Pero al final, este los encontró y desde entonces Ryan y Frank permanecen en una guerra constante, pero como era de esperar, Frank ya no está solo y quiere acabar con la vida de Ryan. Yo al enterarme de esto, me fui a Neah Bay para ayudar a mi hermano, pero este rechazó mi ayuda ya que no quería seguir metiéndome en problemas. Yo insistí pero este para que yo no me quedara no me dejo mudarme a su casa, pero yo fui mas terco y construí la mía.
 
- ¿En que fecha Frank encontró a Ryan de nuevo?
 
- En julio, y yo llegué a Neah Bay en septiembre.
 
- ¿De este año?
 
- Eso es correcto.
 
            Nos quedamos en silencio por un rato y reflexioné todo lo que Fred me había contado, todas eran historias tristes, pero lo que más me había impresionado, había sido la muerte de su prometida, imaginé como sería si encontrara a Gabriella en ese estado y mi corazón se aceleró y comencé a sudar frío.
 
- Cálmate, te vas a infartar – Dijo Fred -, tu corazón parece un tambor.
 
- ¿Puedo hacerte una pregunta sobre la vida de Ryan? – Lo miré a la cara – Tú sabes, ya que conversamos sobre todo esto.
 
- Pues claro.
 
- ¿Cómo era Ryan antes de ser vampiro? Me refiero, a como era con su personalidad.
 
- ¿Quieres que te cuente la historia completa de Ryan?
 
- Si no tienes algún problema, pues si, me gustaría.
 
- Bueno, yo conocí a Ryan en 1921, cuando el tenía tan solo cuatro años, mi padres lo adoptaron después de haberle salvado la vida.
 
- ¿Cómo le salvaron la vida?
 
- Pues verás, este vivía en la calle junto con su madre, la cual estaba separada de su marido, y cuando Ryan cumplió cuatro tanto él como su madre se contagiaron de una enfermedad extraña y ella no sobrevivió. Mi papá había visto el estado de Ryan y decidió ayudarlo a pagar todos los medicamentos, entre muchas otras cosas; Cuando Ryan se recuperó mi papá lo adoptó y este pasó a ser parte de nuestra familia, ese mismo año nació mi hermana Martha, yo era el del medio. Ryan tenía cuatro años y yo tenia tres. Fue un año difícil para mi familia, pero al final salimos bien parados de todos los problemas que tuvimos. Nuestra familia era feliz, pero Ryan era extraño con las demás personas, veía a todos con una mirada extraña y nunca socializó con nadie, pero con mi hermana y conmigo era diferente, siempre nos brindó apoyo y nos cuidó. Incluso una vez me metí en problemas con un muchacho llamado Charlie y este quería golpearme, pero Ryan le enseñó que si te metías con un Growney, te metías con todos – Fred sonrío un poco -, en 1936, cuando Ryan cumplió 19 años de edad, decidimos celebrarlo entre hermanos y  le dijimos a nuestros padres que lo celebraríamos en una tasca, pero estos se opusieron y al final tuvimos que escaparnos; Ryan había bebido mucho, pero Martha y yo no tomamos nada, ni siquiera agua, mi hermano estaba muy ebrio y comenzó a reírse solo. Mi hermana se paró para ir al baño y se cruzó con un hombre muy adulto, aproximadamente de unos cuarenta años, y este le dio una nalgada, ella lo abofeteó, pero Ryan y yo nos paramos de nuestra mesa y fuimos a defenderla, pero decidí no hacer nada al ver que el hombre estaba acompañado de tres amigos mas, pensé que Ryan había opinado lo mismo y que nos iríamos de inmediato, pero este se abalanzó sobre el hombre y lo golpeó, al ver que los amigos de este comenzaron a golpear a mi hermano yo intervine, pero el hombre que le dio la nalgada a mi hermana sacó un revolver y Ryan comenzó a forcejear con él… -Hizo una corta pausa - Al hombre del revolver se le escapó un tiro y le dio directamente en el pecho a Martha, todos nos quedamos en shock. Pero los hombres aprovecharon el momento, para sacar navajas, nos golpearon y apuñalaron hasta que se cansaron, tomaron nuestros cuerpos y los tiraron en un monte que se hallaba a un lado de la tasca, estaba agonizando, y el cuerpo de mi hermano estaba a mi lado, la sangre me brotaba a borbotones, y la vista se me comenzó a nublar, pero antes de que perdiera la conciencia una muchacha se acercó a nosotros y lo ultimo que recuerdo fue ver su rostro acercarse a mi cuello – La historia era tan horrible como las que había contado anteriormente, y yo aun me hallaba en shock, así que no pude emitir palabra alguna -. Bueno, luego despertamos en una casa abandonada, y siendo lo que somos ahora, al despertar de nuestro estado inconsciente la muchacha que me había convertido en vampiro nos explicó la situación y nos dijo que debíamos estar muertos, por ende no podía volver a buscar a mi familia, y nos explicó cada uno de los detalles.
 
- Pero si esa muchacha los salvó, entonces ¿Por qué no salvo a Martha?
 
- Era muy tarde para ella, su corazón ya no bombeaba sangre y era imposible que la ponzoña recorriera todo su sistema sanguíneo, de manera de que no podía cumplirse la transformación.
 
- Lamento lo ocurrido – Sentí que no había transcurrido mucho tiempo desde que ocurrió aquella atrocidad -
 
- Tranquilo Liann.
 
- ¿Por qué Ryan no mató a Gabriella?
 
- Porque es muy parecida a nuestra hermana y decidió salvarle la vida, ya te dije, se sintió mal por los recuerdos – Fred miró el su reloj de muñequera -. Es tarde, deberías regresar a tu habitación.
 
- Tienes razón.
 
- Y tan solo en siete días, estaremos de vuelta en Neah Bay.
 
- Pues sí – Aun me sentía mal por sus historias, y la tristeza se hacía sentir en el ambiente -.
 
            Me paré y Fred recogió mi copa de vino ya vacía. Luego la puso en un lava vajillas, y enseguida nos dirigimos al ascensor, la habitación tenía las luces apagadas, dándole un aspecto tenebroso.
 
- Gracias por contarme esto Fred; En serio no tienes idea de cuanto te lo agradezco – No era mentira -
 
- Tranquilo Liann, ya te dije que eres como parte de mi familia.
 
            Sonreí y cuando el ascensor llegó iluminó un poco la habitación, entré en él y marqué el piso nueve. A continuación, alcé la vista para ver a Fred, y me dio terror ver su cara, era de puro dolor y odio, su cara se había transformado en algo indescriptible, dejó ver su lado vampiro, un frio corrió por mi nuca y me quedé tieso, el silencio hacía aquella escena horrorosa. Fred esbozó una sonrisa tratando de ser más amigable, o eso pensé, pero la verdad aquella sonrisa era diabólica, y horripilante; el ascensor se cerró lentamente y Fred se mantuvo estático viéndome hasta que las puertas se cerraran.
 
 
 
 

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