Fiesta

 

 

 

 

         Llegamos a la fiesta en la costa de Neah Bay y todo se veía bien. Había música, luces, fogatas y gente alrededor preparando salchichas. Yo seguía a Brandon. Emily, en cambio, estaba a mi derecha y Anthony a mi izquierda. Brandon saludó a muchas personas de lejos, también Emily y Anthony, pero ninguno me presentó a alguien. Llegamos a una fogata donde andaba sentada una morena. Al acercarme más, me dí cuenta que era la misma morena que le había pedido el asiento a Ryan Growney. La vi, y por un momento me pregunté que hacia aquí. Pero luego recordé que era una fiesta de toda la escuela, es más, era libre. Podía ir quien quisiera. De pronto, Anthony se acercó a la morena y la besó. Eso si que me sorprendió, no me lo esperaba.

 

- Liann ella es mi novia Jessica. Jessy, él es Liann, el nuevo estudiante de la escuela.

 

- Yo te he visto… - Hizo una pausa para pensar y contesto al cabo de dos segundos - ¡Ah sí! Estas en mi clase de matemática, ¿No?

 

- Si, un placer Jessica.

 

- Igual para mí – Contesto de manera muy educada -

 

         Habían hecho una especie de círculo con unos pedazos de troncos y piedras grandes para que la gente se pudiera sentar. La fogata comenzó, y Brandon sacó de su camioneta tres bolsas repletas de salchichas, y las puso frente a la fogata. Sacó cuatro varillas de metal y nos dio una a Anthony, a Emily y la otra para mí. Tomé asiento en uno de los troncos, justo al lado de Emily, a mi izquierda se había sentado un tal Joseph; Comenzó la fogata, y con ella, las bromas y las historias. Mucha parte del tiempo se basó en recordar historias, muchas de ellas en asesinatos y cosas terribles, por muy raro y difícil que parezca, comencé a pensar en Ryan como el protagonista asesino de todas aquellas historias. No me costaba mucho, ya que ya tenía esa primera impresión de él. De pronto, un ruido me llamo la atención. Volteé hacia los árboles y vi dos puntos amarillos entre los arbustos, no pude distinguir que era, pero sentí que me observaban, parecían un par de ojos observándome desde los adentros del bosque. No me había dado cuenta de que andaban contando historias de terror (Ficticias por supuesto), y que Emily estaba abrazando mi brazo. Me pareció rara tanta confianza. Tenía ganas de pararme e ir a ver que había sido aquello, pero no quería alejarme de esa forma de Emily, ya que hubiera sido muy descortés de mi parte. Ya este día estaba siendo mas raro de lo normal, primero conozco a un loco que no pinta nada bueno, y unos puntos amarillos muy parecidos a unos ojos, me observaban, volteé para ver el rostro de Emily y ella levantó el suyo.

 

- ¡Lo siento! – Dijo mientras se echaba para atrás – De verdad, lo siento. No fue mi intención – Mientras ella decía esto, solo pude sonreír – Es que me asusté, y bueno, ni cuenta me di de lo que hacia.

 

-  Tranquila yo hubiera abrazado a Joseph si le hubiera estado prestando atención a las historias – Dije bromeando –

 

         Se rió, pero trató de hacerlo bajo para no distraer a los demás. Y como no distraerlos con esa sonrisa.

 

- Estás aburrido, ¿Verdad? – Dijo con decepción -

 

- No, para nada…. – Traté de disimular lo mejor posible, pero ella se dio cuenta de que mentía – Bueno, si. Lo siento, pero es que ando con la cabeza en otra parte.

 

- ¿En qué piensas? – Pregunto interesada y buscando tema de conversación -

 

- Es algo tonto, pero no se, me da mucha curiosidad. Ese chico Ryan, es un misterio ¿No?

 

- ¡Ah! Si, Brandon me contó lo que le habías dicho – Comencé a sentir vergunza, ya que de seguro iba a pensar que era un loco obsesionado -.  Si, bueno. Que te puedo decir, es un chico raro.

 

- Si, ni me lo digas – Dije para matar el tema -

 

- Si, bueno. Él es la clase de chico que me parece que es un tonto. Solo quiere llamar la atención tratando de tener la apariencia del “Bad Boy” del colegio, tú sabes – Ella no desistió, se agarro de ese tema de conversación pero yo no quería seguir hablando de ello -

 

- Créeme, con los comentarios de mi hermana te entiendo perfectamente – Emily soltó una carcajada no muy sonora –

 

- No la conozco, deberías presentármela – Dijo de manera amable -

 

- Créeme, no es buena idea – Dije sonriendo un poco y moviendo la cabeza negativamente -

 

-¿Por qué? No hago daño.

 

- Tu no… Ella –Dije en tono de broma, y ella se rió de nuevo – ¡En serio! Si te descuidas te come viva.

 

- No seas tonto – Dijo mientras reía -

 

         Volví a escuchar el mismo sonido ronco que provenía de los arbustos que se encontraban a mis espaldas. Así que me paré. Emily hizo lo mismo, pero solo porque yo lo había hecho.

 

- ¿Pasó algo? – Dijo con voz de intriga y todos lo que se hallaban presente nos observaron extrañados de nuestro comportamiento -

 

- ¿Escuchaste eso?

 

- ¿Escuchar que? – Pregunto con sus facciones arrugadas -

 

- No, no es nada – Volví a sentarme y ella me imitó –

 

- Si te dan miedo las historias puedes ir a tu casa Liann – Dijo Anthony y algunos de los presentes rieron, pero Emily lo observo con desaprobación –

 

- No le prestes atención Liann a veces suele ser pedante – Dijo Emily con un tono de voz bajo, para que solo Liann lo escuchara –

 

         Me limite a escuchar lo que hablaban, y no di respuesta a Emily.

 

         Fue cuestión de segundos para que escuchara como si alguien hubiera golpeado un árbol con una piedra. Luego escuché vagamente como una mujer decía en tono de súplica: Ryan, por favor. Ya esto había llegado demasiado lejos, me iba a matar. Ahora si tenía que ir a ver, de seguro nadie escucho por la concentración que tenían en aquellas historias.

 

- Ya vengo, dame un segundo – Le dije a Emily –

 

- ¿A dónde vas? – Dijo Emily –

 

- Dame un segundo, ya vuelvo – Me paré de mi asiento y fui a observar que demonios había sido eso -

 

- ¡Hey Liann! ¿A donde rayos vas? – Dijo Brandon desde el otro lado de la fogata -

 

- Ya vuelvo, tengo que averiguar algo – Escuche varios murmuras que provenían de la fogata y luego la voz de Emily pero no entendí que dijo

 

         Me dirigí hacia el bosque, y sentí como me observaban desde adentro, mi corazón y mi respiración se comenzaron a acelerar, pasé unos tres árboles, o eso creía yo. Ya me encontraba lo suficientemente adentro del bosque como para que ya no penetrara mucho la luz de la fiesta. De pronto, me quedé petrificado en donde me hallaba parado, sentí una gélida respiración en mi cuello y una mano fría me tocaba la cintura, y de repente, se me calentó. Pero no era por el calor, sino por el intenso frió que me quemaba. Sentí como alguien respiraba en mi cuello, y luego todo pasó muy rápido; Sentí un empujón por mi cintura que me aventó hasta el árbol que tenia al lado izquierdo. Se podría decir que volé por los aires, y ese árbol me frenó. Después de caer al piso, donde había sentido la mano fría, sentí que algo caliente, como un liquido que fluía de mi. Me había dado cuenta de que, fuese lo que fuese, me había logrado desgarrar mi suéter y mi camisa hasta llegar a mi piel. Comencé a respirar frenéticamente, como quien está a punto de morir, como si me faltara el aire. No logré ver un rostro, pero observé que tenía forma humana, tenía la tez blanca como la nieve. Empezó a caminar hacia mí, el pánico me invadió. A medida que se acercaba sentí otro dolor en mis costillas, pero esta vez  no había sido de mi lado derecho, donde esa bestia me había desgarrado, sino del lado izquierdo, el cual había frenado el duro impacto contra el árbol. Saqué un grito de dolor desde lo más profundo de mi pecho.

 

- ¡Maldición! – Grité –

 

         La bestia se detuvo en seco y volteó para ver por encima de su hombro, hacia donde se hallaba la fiesta. Luego, como una ilusión, desapareció. Esto no podía estar pasando, ¿Qué diablos fue eso? ¿Como desapareció de esa forma? Me iban a creer loco, aunque aún tenía mis heridas de las cuales fluía sangre, y las de mí otro lado, las cuales parecían ser huesos rotos. Escuché que gritaban mi nombre, al parecer me había adentrado demasiado en el bosque; Escuché mi nombre por todos lados, y la cabeza me daba vueltas. De pronto, escuché la voz de un mujer muy cerca de mi.

 

- Todo va a estar bien, tranquilo – Susurró –

 

- Emily – Dije ya sin fuerzas, y perdí la conciencia.