Libro: The Eyes
Nunca se es demasiado joven para escribir.

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La Primera Discusión
 
 
 
 
            Me montaba en mi carro aun nervioso por lo que había ocurrido, ya que no me lo creía, había sido tan excelente, tan exquisito, tan excitante, tan perfecto y reconfortante que pensé que todas esas molestias que tuve en las últimas semanas fueron pagadas de una manera perfecta.
 
 Todo lo ocurrido costaba creer que había sido real. Sus labios eran tan perfectos que nunca creí que existiesen unos iguales, y su piel fría los hacía aun más exquisitos, me moría por seguir besándola.
 
No soportaba la idea de que Ryan no la dejara hablarme ¿Cómo iba a soportarlo? ¿Cómo me resistiría a estar cerca de ella cuando ya me había enamorado? Es como que le dijeran a un alcohólico que no bebiera, y no había mejor ejemplo que ese ya que yo me había vuelto adicto a ella, solo había necesitado una pequeña probada de sus labios para que toda aquella loca obsesión ocurriera.
 
Me mantenía nervioso y comencé a sentir un cosquilleo en el estomago, encendí mi Chevy y escuche que me tocaron el vidrio y lo baje.
 
- ¿En serio iras a ver a Emily? – Dijo Gabriella –
 
- Si ¿Por qué? ¿Me quieres acompañar? – Me emocione ante la idea, pero me recordé que no sería bueno ya que Emily sentía algo por mí. Llevar a Gabriella no sería nada agradable para Emily y mucho menos en estos momentos –
 
- Me encantaría, pero… - Se borro la sonrisa de su rostro – Nadie puede saber que andamos juntos, al menos que quieras que Ryan se entere.
 
- Maldita sea con Ryan – Dije molestándome de nuevo –
 
- Entiéndelo Liann… - La interrumpí –
 
- Créeme, lo entiendo… - Hice una corta pausa – Pero no puedo evitar molestarme.
 
 
 
 
            Me dirigía a casa de Emily sin muchas ganas, ya que a la persona que de verdad quería ver se había marchado. Considere en yo mismo buscar a Ryan, y tratar de hablar para convencerlo de que yo era de fiar, pero sabría que no conseguiría nada; En realidad solo conseguiría 1 cosa, mi muerte.
 
            Desde que me entere de que Ryan era un vampiro y que tuve mucha, yo diría demasiada suerte de seguir con vida después de la noche del ataque que me propino uno de la familia Boenigk, había conseguido un temor gigante a Ryan, y algo me decía que Ryan quería deshacerse de mi; Y el que yo me enterara de la existencia de los vampiros era una perfecta excusa para matarme.
 
            Maneje por la autopista sin prestar mucha atención a la carretera, cruzaba casi por inercia. Me invadía la duda ante el pensamiento de ir a visitar a Emily ¿Y si Gabriella se enfadaba mucho? No quería que ocurriera aquello, ese pensamiento lo rechace de inmediato, ya que ella nunca me dijo que no fuera, pero… ¿Y si Emily intentaba hacer algo que a Gabriella le molestara? Me invadió el pánico, ya que no quería discutir con ninguna de las dos, ya que Emily era mi amiga y yo la quería, pero para mí era solo eso, una amiga; Basto que conociera a Gabriella para entender que lo que yo sentí por ella fue un capricho.
 
            Me estacione frente a la casa de Emily y dude al bajar, respire hondo y camine hacia la puerta de manera firme, subí los tres escalones de madera, y llame a la puerta pero nadie salió, así que volví a llamar. Tarde unos segundo en escuchar unos pasos que se acercaban a la puerta, luego escuche como la abrían un poco y alguien asomaba la cabeza por la pequeña apertura provocada.
 
- ¿Liann? – Dijo arrugando la frente - ¿Qué haces aquí? No es que no quieras que estés aquí… - Dijo mientras terminaba de abrir la puerta y salía. Note que tenía los ojos cristalinos, como si hubiera estado llorando y escuche que su voz estaba un poco quebrada -
 
- Lo siento si llegue en mal momento, si quieres hablamos otro día… - Dije ya casi a punto de dar media vuelta para irme -
 
- No Liann… - Dijo respirando tan fuerte que se escucho el sonido de su nariz, se hallaba muy congestionada, y de inmediato comprendí que volvía a llorar – Llegas en un momento per… perfecto – Se le quebraba la voz -, necesito alguien con quien hablar.
 
- Pues aquí estoy –  Mientras hablaba ella bajaba la mirada y se sentaba en un banco que se hallaba pegado a la pared, a un lado de la puerta -, ¿Qué pasa Emily? ¿Por qué estas tan mal? – Dije mientras me sentaba a su lado -
 
- Es mi padre… - Dijo sollozando de nuevo -
 
- ¿Qué paso con tu padre? – Me esperaba lo peor, ya que andaba herido, pero no sabía que diría -
 
- Es que… - Hizo otra pausa y sollozo de nuevo
 
- ¿Qué le ocurrió Emily? – Deje notar un poco mi nerviosismo e impaciencia -
 
- El… - Hizo otra pausa – El fue maltratado Liann.
 
- ¿Qué? – Me sorprendio aquello - ¿Pero por qué? ¿Quién lo ataco?
 
- El dice que una pandilla, dice que lo atacaron entre 4 personas, pero solo dice que lo hicieron por diversión, decían que ya estaban satisfechos y que no les apetecía tener otro muerto encima, así que se limitaron a golpearlo… Solo por diversión – Se notaba en su rostro una pica de rabia y mucho dolor, pero ¿Cómo no tenerla después de eso? -
 
- ¿Pero el está bien? – Que tonta mi pregunta… Era obvio que no se hallaba en perfectas condiciones -
 
- A eso quiero llegar… - Comenzó a llorar y mi corazón se paralizo – El está en terrible condiciones Liann, está muy aporreado y…y…- Sollozo y luego hundió su rostro en mi pecho y yo instintivamente la bordee con mis brazos para consolarla, ya que me parecía lo correcto – Nadie sabe si pueda sobrevivir… - Hubo una pausa incomoda y luego observe que algo se movía en el bosque que había frente a su casa – Liann los atacantes fueron unas bestias con él, le dieron una paliza… - Sollozo de nuevo - ¿Por qué? El es tan bueno… ¡El no ha dañado a nadie! – Dijo algo molesta pero muy triste a la vez –
 
- Tranquila… - No sabía que decir – Todo estará mejor, ya verás – Trate de tranquilizarla -
 
- Si te soy sincera – Dijo mientras se sentaba en una posición normal de nuevo, luego  respirando fuerte y secándose las lagrimas de la cara, para luego dirigir la mirada al bosque – creo que está muy maltratado como para mejorar… Tienes que verlo Liann, esta horrible, está muy moreteado y con muchas marcas de sangre, todo esto sin añadir las lesiones.
 
- ¿También lo lesionaron? – Me sorprendió aquello ¿Qué ser se puede divertir torturando a alguien de aquella manera? -
 
- Si… - Dijo tristemente -
 
            Mi mente voló por un momento y comenzó a comparar su relato con el de Emily y el mío. Un ataque exageradamente doloroso y peligroso, casualmente según Gabriella había un grupo de vampiros que le gustaba jugar con los humanos y dar caza a cualquiera, y  las lesiones me recordaron a la súper fuerza de Ryan, esa fuerza que me lesiono mi muñeca izquierda. Volví a notar el movimiento en el bosque que se hallaba frente a su casa y me quede petrificado donde estaba. ¿Serán los Boenigk? ¿Y si estos ataques son más a menudo de lo que yo me imaginaba? A estas alturas no me sorprendería que la mayoría de las muertes humanas en este condado sean causadas por vampiros. Deje mi vista clavada en los matorrales que separaban el bosque de la carretera, y note unos ojos verdes brillantes, que se clavaron en nosotros. Sentía el panzazo de aquella mirada en nosotros, y sabia que no advertía nada bueno.
 
            Mi corazón se acelero, y el pánico invadió mi cuerpo, quería largarme lo mas pronto posible de aquel lugar. No me había percatado de que Emily se había acurrucado entre mi hombro y mi pecho, y voltee para verla.
 
- Emily… - Ella levanto su rostro para observarme a la cara y me fije en que nos hallábamos muy cerca, y mi corazón se acelero aun mas –
 
- ¿Si? – Dijo casi a susurros –
 
            Se acerco lentamente, sentía el palpitar frenético de mi corazón, sentí su acelerada respiración, o tal vez era la mía, producida por el miedo y por lo que ocurría, luego me percate de que su nariz rozaba la mía, no era capaz de quitarme, me hallaba inmóvil sin saber qué hacer, y sabia que en momentos sentiría el roce de sus labios.
 
            Eso era todo lo que yo había buscado en la cita con ella al cine, pero no quería arruinar lo que había empezado con Gabriella por semejante estupides. Sin pensarlo me aleje y me pare de donde me hallaba sentado. Nos miramos a los ojos, y ella se hallaba roja como un tomate.
 
- Bueno Emily, siento dejarte así pero tengo prisa – Me quería marchar de aquel lugar lo más rápido posible -
 
- ¿Seguro que no te puedes quedar un rato más? – Dijo esperanzada y se paro para acercarse a mí –
 
- Lo siento Emily… Tengo algo de prisa – Me tenía que ir –. Cuando quieras hablar con alguien solo avísame, pero por ahora, no salgas de tu casa… - Le decía para que no corriera riesgo  afuera, en caso de lo que haya atacado a sus padres fueran los Boenink – Ya sabes… No es bueno andar con ese estado de ánimo por la calle – Le mentí -
 
- Cierto… - Dijo bajando la cabeza al entender que no me quedaría – De todas formas gracias por haber venido, eres la primera persona que sabe, y bueno tu sabes… No me gustaría que… - Hizo un silencio pero conteste de inmediato -
 
- Tranquila… Entiendo, no quieres que nadie sepa nada.
 
- Por favor… A Brandon le contare luego, el no sabe nada.
 
- Okay.
 
            Di media vuelta para dirigirme a mi auto, pero sin dejar de observar los matorrales que se hallaban en el otro lado de la carretera. Entre en mi Chevy lamentándome por haber visitado a Emily, cuando de repente el pensamiento de los arbustos vino a mi mente, me hallaba aterrado al pensar quien pudo haber sido. Me hallaba aterrado tras el volante, ya que si eran ellos podrían aparecer en cualquier momento. Acelere a fondo, y voltee a observar el bosque instintivamente y note que algo corría a mi velocidad entre los árboles, acelere aun más y deje de ver aquella silueta moviéndose. Mi corazón latía demasiado rápido, tan veloz y furiosamente como el motor de mi auto; Ya no faltaba mucho para llegar, así que me tranquilice un poco pero aun así no aminore la marcha.
 
            Estacione mi auto y también observe hacia los alrededores para luego apagar el auto, pero no saque las llaves por si necesitaba encenderlo de nuevo y arrancar, mire hacia los dos lados de manera dubitativa de nuevo, respire profundo y me baje de él, me sentí tan desprotegido que casi corrí hasta la puerta y por los nervios se me resbalaron las llaves de mis manos, me agache para recogerlas y al tomarlas escuche un ruido en la parte superior de la casa, como si hubieran dejado caer algo pesado. Abrí la puerta para incorporarme a la casa, y corrí a la parte superior, subí las escaleras como una bala para buscar a Caroline, abrí su puerta tan bruscamente que ella grito.
 
- ¿Qué haces montada sobre la cama? – Dije jadeando, mire a su alrededor y observe que la silla que se encontraba al lado de un mesón se encontraba tendida en el suelo – Y ¿Por qué esta la silla en el suelo?
 
- Esos estúpidos animales – Dijo señalado la mesa, y aun temblando -
 
- ¿De nuevo con esa estupidez? – Dije con ira – Sabes que… Olvídalo – Me di media vuelta y cerré de un portazo -
 
            Me dirigí a mi habitación aun temblando debido al susto, y no me percate de que sudaba hasta que una gota de sudor corrió por mi frente y bajo por mi nariz. Me la limpie y abrí la puerta de mi cuarto, camine directo a la cama y cerré la puerta a mis espaldas. Me paralice por el terror por un momento y luego exhale.
 
- Ustedes quieren que yo muera – Dije poniéndome la mano en el pecho y cerrando los ojos -
 
            Permaneció en silencio.
 
- ¿Qué ocurre? – La mire detenidamente, se notaba algo de molestia en su perfecto rostro – Ga… - Me interrumpió –
 
            No tarde en percatarme de que aquellos, ojos verdes y penetrantes habían sido los de Gabriella.
 
            Me calme por un momento, pero luego recordé todo lo que ocurrió en aquel lugar. Diablos.
 
- No sabes lo que estuve apunto de hacer… - Se mantuvo viendo a la nada y con una mirada severa – Ni tampoco lo querrás saber.
 
- ¿De qué hablas Gabriella? – Dije preocupado -
 
            Se mantuvo el silencio.
 
- Liann, Emily te está mintiendo.
 
- ¿De qué hablas?
 
- Escuche todo, te miente, su padre no esta tan herido como dice… Es cierto que su padre está en el hospital pero nada grave, Ryan fue el que lo hirió – Se percato de mi cara de sorpresa y se apresuro a añadir -, no porque lo quisiera cazar, sino para salvarlo.
 
- ¿Qué? – Me quede perplejo -
 
- Si Liann, los Boenigk querían dar caza a su padre y Ryan tuvo que decir que él lo vio primero, pero Frank  supo que mentía, porque él era “digno de vivir” desde el punto de vista de  Ryan, pero Ryan tuvo que hacerle creer que si lo quería cazar y lo lastimó para que creyeran que él era una presa mas…
 
- ¿Qué tanto lo lastimó? – Pregunté con un poco de nervios -
 
- Nada de qué preocuparse – Seguía viendo a la nada -
 
- Pero ella dijo…
 
- Te mintió…
 
- ¿Qué hay de las lesiones?
 
- No las hay…
 
            Me dirigí impresionado a mi cama, y me senté en ella. No podía creer que Emily me engañara de aquella forma, sonaba tan real todo lo que me había dicho, y se veía sentimentalmente herida; Me sentí engañado por mi “amiga”, de repente la voz de Gabriella interrumpió mis pensamientos.
 
- Miente para ganarte con su lastima… Y si te vuelve a ver la cara de idiota de nuevo… No habrá casa que la salve.
 
- ¿De qué hablas? – Eso si me había sorprendido, Gabriella no era el tipo de persona que perdía el control con cualquier cosa -
 
- No soy idiota Liann, se que le dijiste claramente “no salgas de tu casa” – Murmuró un resoplido -. Como si una idiota puerta pudiera detenerme – Dijo sonriendo diabólicamente -
 
- Si le llegas a hacer algo… - Dije mientras me paraba de la cama -
 
- ¿Me amenazas? – Dijo viéndome como si fuera un extraño – No puedo creer… ¿Le crees a la idiota de Emily? Liann tú no la conoces… ¿Sabes? no puedo creer que me hables de esta forma, y todo por la culpa de esa… - Dijo mientras se acercaba a mi -
 
- Lo siento… - Dije arrepintiéndome de inmediato, solo trataba de decir que no quería que Gabriella fuera como un vampiro mas, no podía soportar la idea de que Gabriella matara a alguien que si merecía vivir tanto como desde el punto de vista de Ryan,  como del suyo, y el mío – De verdad no has entendido lo que te he querido decir…
 
- ¿Sabes Liann? Creo que deberías estar claro de lo que sientes por… - Hizo una pausa - Se que llegaste a sentir algo por Emily antes que por mí, no soy idiota; Por mas chiquito que haya sido ese sentimiento ¿Cómo crees que me siento después de percatarme de que casi la besas? O de cuando le decías que hablarías con ella cuando lo necesitara después de haberte mentido y casi besado… - Hizo silencio unos segundos y prosiguió – Esa… Me saca de quicio.
 
- Lo siento… Pero es que… – Me interrumpió -
 
- No la conoces Liann… Pero solo quiero que pienses bien si aun sigues sintiendo ese pequeño sentimiento por ella o no… Si ella te gusta, solo dímelo y me iré de la misma manera en que vine, y así los dejaré en paz – Noté que entristeció su rostro, y me desesperaba la idea de que se alejara de mí -
 
- Pero Ga… - Muy tarde, se esfumo por el balcón de mi cuarto de una manera tan rápida que no tuve tiempo de detenerla -
 
            Salí al balcón y me quedé viendo la carretera, Gabriella se había ido molesta y a la vez muy entristecida, y todo por mi culpa. Me sentía mal, y muy deprimido por saber que la había herido; Necesitaba hablar con ella y explicarle todo mejor. Si tan solo me hubiera dejado explicarme nada de esto estaría ocurriendo. Me quede mirando fijamente la carretera con la ilusión de que volviera, pero, por lo que ya la conocía sabía que no sería así.
 
 
 

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