Libro: The Eyes
Nunca se es demasiado joven para escribir.

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Sacando Conclusiones

 

 

 

 

         Me senté de último de nuevo, en el pupitre más alejado del pizarrón, y me recordé de lo ocurrido en clase de matemáticas, y como me encontraba aburrido, comencé a divagar en mi mente. ¿Qué habrá pasado con Ryan? ¿Por qué se habrá ido? Una mejor pregunta era ¿Qué diablos me importa eso a mí? ¿Acaso no le pudo pasar algo normal? Cualquiera tiene una emergencia o algo parecido de vez en cuando, así que ¿Por qué tanto rollo con eso?

 

- Tienes que dejar de pensar tanto Liann – Susurre para mí mismo.

 

 

         Al voltear hacia la puerta me fijé que estaba entrando Brandon. Se sentó a junto a mi.

 

- ¿Que pasó viejo? Así que estaremos juntos en física ¿Ah? – Dijo mientras sonreía –

 

         ¿Nunca dejaba de reír? Parecía vivir en su mundo, aunque eh de admitir que la presencia de Brandon me había hecho que se me quitara un poco el mal humor.

 

         Me limité a sonreír y a asentir con la cabeza. Empezó la clase. Esta vez prestaría atención desde el inicio, desde la presentación del profesor hasta el final; o por lo menos, eso quería yo.

 

- Buenos días alumnos, yo soy el profesor de física Jason Connor, pero llámenme Jason, no me digan Señor Connor. Ustedes saben, me siento como un viejo, y como verán soy muy joven para sentirme así – Los alumnos rieron, ya que el profesor Jason tenia unos 64 años de edad, vaya abuelo – Hoy haremos una práctica, y necesitamos que formen parejas así que pónganse junto a alguien –

 

         Volteé y vi que Brandon me miraba y me dijo:

 

- Entonces, ¿Somos equipo o no?

 

- Claro - Dije de una manera poco animada. No es que tuviera algo contra él, solo que odiaba la física -

 

- Bien alumnos, hoy haremos la famosa Botella de Leyden que consiste en… –Interrumpió Brandon –

 

- Que aburrido este viejo, yo se me esa práctica de memoria. No te preocupes, yo me encargo de todo.

 

- ¡Oh! claro, bueno si puedes hacerlo, te lo agradecería. De verdad odio la física.

 

         Volvió a mi mente el recuerdo de Ryan, ¿Cómo es que no tenía anotado nada en su cuaderno, y de repente, así de la nada, había resuelto todo? ¿Cómo lo hizo? Estaba seguro de que no había hecho nada ya que lo había visto varias veces durante la clase, y lo único que hizo fue jugar con su estúpido lápiz. Se me ocurrió preguntarle a Brandon sobre Ryan Growney, él debería saber algo, esta escuela no es muy grande, y al parecer tanto Ryan como Brandon tenían ya tiempo estudiando en la escuela. Sabía que Ryan tenía tiempo estudiando aquí, ya que el profesor Víctor Singler no había tenido problemas para llamarlo por su apellido, y supuse que Brandon llevaba tiempo aquí, por su forma de comportarse y desenvolverse en la escuela.

 

 - Brandon, ¿De casualidad sabes quién es Ryan Growney?

 

- Si… ¿Por qué? – Puso una cara de terror y a las vez de asombro, parecía muy sorprendido al ver que preguntara por Ryan –

 

- Bueno, es que al parecer me odia. Y sin ninguna razón, que es lo peor del caso. La primera vez que nos vimos, en nuestras vidas, fue hoy en la mañana, en el pasillo del colegio. Tropecé con él sin intenciones de hacer nada malo, y me miró con una cara de odio, créeme que soy un resentido, si se puede decir así, y me provoca matarlo. Tengo unas ganas de golpearle su “linda” cara. Luego en clases de matemática, se sentó lo más lejos posible de mí, y por razones de la vida, una muchacha dejó sus lentes y no podía ver de lejos, y él le cedió el puesto, ya que ella se lo pidió. Quedaba solo un puesto libre y era a mi lado, el se sentó allí y parecía estar resistiendo unas ganas de matarme. En serio Brandon, no se que le hice a ese tipo, pero me esta sacando de quicio, no se si son ideas mías, pero créeme que estoy seguro de que no es así.

 

- Bueno Liann – Por primera vez, observé que no tenía una sonrisa en la cara – no te recomiendo que busques problemas con Ryan Growney, aunque no tenga muchos amigos, todos quieren serlo. Él infunde temor solo con su mirada. No sabemos porque, nació así, supongo. Pero en cambio, su novia o amiga, nadie esta seguro de que relación tienen ellos, no es nada parecida a él. No habla con nadie así que nadie que yo conozca sabe más que yo sobre él y ella.

 

- ¿Tiene novia? – No se porque me sorprendió la noticia -

 

- Si, se llama Gabriella Manzini, y es muy hermosa y simpática. Tiene el pelo de un color marrón claro, mucho más claro que el tuyo, y es medio enrulado. Y a diferencia de Ryan, ella se ve tierna y cariñosa, y siempre ayuda a la gente. Eso si, cuando puede. Es decir, si ve que alguien se va a caer, se tropieza, o tumba sus libros por accidente, o cualquier tipo de cosas. Muchos dicen que Ryan le tiene prohibido hablar con la gente, ya que siempre andan juntos y no son muy sociables que digamos, la única que se puede decir que “socializa” es Gabriella, y sin embargo es muy callada, habla muy muy poco con las personas.

 

- Y, ¿No sabes porque no andaban hoy juntos en la cafetería?  No los observé por ninguna parte. Y si tú dices que son tan notorios en esta escuela, ¿Por qué no he oído hablar de ellos? – En realidad no había socializado con nadie hasta ahora, pero igual siempre algo se escucha -

 

- Es que la gente no habla mucho de ellos, al menos que estén cerca. A penas los ven es como si sintieran la necesidad. Tú sabes, capricho de las personas.

 

- ¿Tu lo conoces a él o a ella?,  pero no solo por rumores y esas cosas, me refiero a si has hablado con ellos.

 

- ¡Si! Una vez con Gabriella Manzini. Se me cayeron los cuadernos – Comprendí de inmediato porque me había dado el ejemplo anterior y me pregunte si había exagerado con la amabilidad de Gabriella - , porque casi resbalo, y la gente se burló, pero Gabriella andaba pasando justo a mi lado y me ayudó a recoger los cuadernos, y cuando nos estábamos poniendo de pie, me regalo una sonrisa. Fue, es y creo que será la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida. Es muy preciosa en serio, a penas la veas sabrás quién es. No necesitarás que te lo digan dos veces, créeme que la reconocerás donde sea que estés, su belleza no es humana, es como algo que hubieran creado los dioses y la hubieran solo mandado a la tierra para envidia de todos los seres humanos, y las chicas opinan lo mismo de Ryan.

 

- Oh, bueno gracias por esa información – En realidad, si estaba muy agradecido. No se de que me serviría saber eso, pero bueno mejor algo que nada –

 

         Esa chica tenía que ser hermosa por como la describió Brandon, incluso cambio su forma de hablar, se había expresado como si estuviera atolondrado. Sonó el timbre así que fui por mis otros útiles para ir a la siguiente clase. Estuve pensando el resto de la mañana en lo que me había dicho Brandon, no sabía que pensar. Sabía que todos le tenían miedo a Ryan, pero al mismo tiempo todos lo adoraban, o por lo menos eso me dio a entender Brandon; Por otro lado Gabriella era completamente distinta, sabía que era una mujer hermosa, con el pelo enrulado a la perfección, y que era simpática. Es decir, era perfecta. Pero había algo que interfería en su perfección: Ryan. O por lo menos Brandon dijo eso. Ya que la gente decía que no la dejaba hablar con nadie que no fuera él. Claro que si es así de perfecta a mí también me daría miedo, ya que alguien me la pudiera quitar.

 

         De repente, se encendió un pensamiento en mi mente. ¿Será eso? ¿Ryan me odiara solo porque soy chico y soy nuevo?, ¿Acaso tiene miedo de que sea una competencia para él? ¿Pero cómo? De seguro que me trata como trata a todos los hombres. Otro pensamiento se me vino a la mente.

 

         ¡Oh! Creo que se porque no se la llevan con nadie.

 

         Antes de irme me encontré con Brandon en el estacionamiento, iba con Emily y Anthony. Llamé a Brandon antes de que se fuera. Grité su nombre y volteó. Venía hacia mí y observé que Emily lo agarró por el brazo. Le dijo algo y el al parecer aceptó su propuesta. A continuación camino directo hacia mí.

 

- ¿Paso algo? – Dijo medio preocupado, me imagino que pensó que eran malas noticias acerca de mí y Ryan -

 

- Bueno, si y no. No es nada grave, pero resulta que estuve pensado el resto de la mañana en el asunto de Ryan y Gabriella.

 

- Si, ¿Y que pasa con ellos?

 

- Bueno creo que se porque no le hablan a nadie – Abrió los ojos como platos, se acerco a mí y pareció mas interesado en la conversación – Bueno según tu, al parecer el le prohíbe hablar con las personas. Bueno creo que le prohíbe hablar con los hombres por que tiene miedo de perderla, claro me sorprende que ella haya aceptado tal cosa. Y con las mujeres para que no le metan ideas de otro hombre que no sea él. Tu sabes como son las mujeres cuando hablan de chicos, y ella pudo haber aceptado aquello debido a que es excelente persona y lo ama, pero a la vez le hizo prometer que el haría lo mismo, y como resultado no hablan con nadie. No se viejo, es lo único que se me ocurre. Pienso que él me odia solo por el hecho de ser hombre, y me odia aún más por el hecho de ser nuevo y vaya a romper una de sus “reglas”. Tu entiendes – Brandon se quedo callado, como si estuviera pensando en otra cosa – Lo siento si te moleste Brandon y se que es un poco raro que un hombre esté pensando en todo eso, se que parezco una mujer con eso de chismes y esas cosas, pero la verdad es que no se porque no dejo de pensar en la mirada de odio que él me dedica. Si esto sigue así, creo que lo tomare como problemas personales, y créeme que no tengo ganas de... – Brandon me interrumpió -

 

- No, no para nada – Dijo como si se sorprendiera de mi disculpas – Es que con el tiempo que llevo aquí me parece raro que nadie haya pensado en algo así. ¿Sabes? creo que eres bueno para sacar conclusiones, amigo – se rió un poco – Ya, olvidémonos de eso, hay que concentrarnos en cosas que si valgan la pena, ¿Vienes esta noche a la fiesta en la costa?

 

- No lo creo, quiero descansar. Quizás para la próxima.

 

- No viejo, hay tiempo para descansar. Vamos, no te pongas aburrido, te espero esta noche en la costa. ¿Si?

 

- No se de verdad… – Dudé un poco –

 

- A ver, si no sabes llegar o algo, no hay problema. Nosotros te pasaríamos buscando, es más, toma mi celular. Anota tu número en la agenda y yo te llamo en la noche.

 

-¡Ok! – Al parecer no había mas remedio que aceptar la invitación, aunque no estaría mal un poco de entretenimiento - ¿A qué hora me recogen?

 

- Como a las 8:30, yo te paso un mensaje para que anotes mi número.

 

- ¡Ok! Bueno Brandon, me voy. Estamos en contacto.

 

- Dale viejo, nos vemos. – Dio media vuelta y se fue trotando a donde estaban Anthony y Emily.

 

         Tan pronto Brandon los alcanzo, dijo algo. No se que fue. Emily se emociono y lo abrazo. ¿Serán novios? Me monté en el carro, y esperé a que llegara Caroline. De repente, mi teléfono comenzó a sonar. Observé que era un mensaje de un número desconocido. Supuse que era de Brandon, así que lo anote en la libreta telefónica y le envié un mensaje con el teléfono de casa por si acaso.

 

         Escuché como si alguien golpeaba la ventana de mi Chevy y me sobresalté. Volteé y me fijé que era mi hermana, así que abrí la puerta para que entrara. Se monto en el coche con una sonrisa de oreja a oreja.

 

- ¿No pudes abrir tu sola la puerta o es mucho trabajo para tu cerebro?

 

- Estaba cerrado idiota – Dijo pero sin mostrar mucha molestia –

 

         Al parecer ella tenía tan pocas ganas de discutir como yo.

 

- ¿Qué tal tu día? –Pregunte con cortesía a Caroline -

 

- Excelente… - Empezó a contar cosas sobre sus nuevas “amigas” y no le preste atención. No se porque le pregunté -

 

         Íbamos a mitad de camino, cuando de repente escuché que me llamo Caroline por mi nombre.

 

- Liann… Liann… ¡Liann!

 

- ¿Ah?  Lo siento, dime – Dije un poco desorientado -

 

- No me estas prestado atención, ¿Para que me preguntas cómo me fue si no me escuchas?

 

- Perdóname, es que me distraje un poco.

 

- Bueno, no hay problema, ¿Y tu? ¿Qué tal tu día?

 

- Sin contar que Ryan Growney, me quiere matar, todo estaría excelente.

 

- ¡¿Que?! ¡¿Ryan Growney?! ¿Que le hiciste? - ¿Por qué se sorprendió al escuchar su nombre? ¿Acaso ella ya lo conocía? -

 

- Nada, eso es lo raro, no le hice absolutamente nada. Y pasaron cosas extrañas hoy con él. Lo más raro fue que en un momento él no había estado haciendo absolutamente nada que no fuera jugar con entupido lápiz, y de pronto el profesor lo llamo para verificar su trabajo, y lo había hecho todo. Y lo peor es que fue a la perfección y en un tiempo no esperado… No sé, me he estado calentando mucho la cabeza con esto. Un momento, ¿Cómo diablos sabes de el?

 

- Bueno mis amigas no paran de hablar de el, y de lo sexy que es, de sus músculos, su personalidad, su belleza. Oye, en realidad es hermoso.

 

- ¿Y tu lo viste?

 

- Si, en el primer bloque observé por la ventana del edificio, que él salía de la escuela con una mujer muy hermosa, estaba de primero jalándola por un brazo, y ella tras él. Estaban casi corriendo, luego se montaron en la carro y se marcharon a toda velocidad. Se montaron en un mustang, color gris plomo. ¡Se veía tan sexy!

 

- Si eres chismosa, andas pendiente de todo.

 

- De todo no, de él si.

 

         Le volteé los ojos por inercia, y conduje en silencio hasta llegar a la casa. Mi hermana se bajo del auto y entró a la casa, yo la seguí. Puse las llaves en la mesa que se encontraba en el medio de la sala, y me senté en el sofá color beige. Encendí la tele, pero me di cuenta que eso no era lo que quería hacer así que subí. Me acosté en la cama que se hallaba en mi cuarto y me quede dormido.

 

 

 

 

         De pronto, escuché como tocaron la puerta de mi habitación, así que me desperté. Y entró mi hermana.

 

- ¿Qué paso? – Dije adormilado -

 

-  Me voy con las muchachas. Son las 6 pero iremos a casa de Ashley, comeremos algo y luego saldremos para la playa.

 

- Ok, me avisas a lo que llegues a la playa.

 

- Si “papá” – Cerró la puerta y se fue-

 

         ¡Oh la fiesta! Se me había olvidado por completo. Me paré y tomé una ducha rápido. Me vestí con unos jeans azules y camisa blanca. Me puse mi suéter azul marino con capucha porque sabía que haría frió y podría lloviznar. Luego me puse mis zapatos blancos. De pronto, supe que me faltaba algo.

 

- Mi celular – dije con preocupación –

 

         Recorrí toda la parte superior de la casa y no lo encontré. Piensa Liann, donde lo dejaste. Bajé a ver si lo había puesto junto con las llaves, y efectivamente, estaba allí. Sentí un gran alivio.

 

         Volví a subir a mi habitación y la atravesé para desplazar las puertas corredizas de vidrio y salir al balcón de mi cuarto. Esperé parado viendo la carretera y el bosque con paciencia. Tan pronto sonó el teléfono lo atendí. No sabía porque me emocionaba tanto ir a esa fiesta.

 

 - Aló, ¿Brandon?

 

- Si Liann soy yo, era para decirte que ya estamos llegando, sal.

 

         Observe una luz a lo lejos y supuse que era él. ¿Cómo sabía mi dirección? Bajé las escaleras y salí para montarme en la camioneta Jeep de Brandon, cuando abrí la puerta trasera vi que se hallaba Emily con él y en el asiento de copiloto estaba Anthony.

 

- Hola chicos, Hola  Emily.

 

- Hola viejo – Respondió Brandon -

 

- Hola… - Dijo Anthony, creo que seguía disgustado por mi comentario -

 

- Hola Liann ¿Cómo estas? Espero que bien– Dijo Emily -.

 

         Hoy no me había fijado casi en la presencia de Emily, pero ahora que la veía bien tenia sus ojos color gris y el pelo lacio. Tenía los dientes blancos como la nieve. Mostró una de las sonrisas mas puras que había visto en mi vida. Llevaba puesta una camisa blanca que dejaba ver un poco su abdomen, la cual tenía un escrito en el medio, y unos shorts azules del tono de las letras de la camisa. Y en los pies llevaba puestas unas sandalias blancas. Estaba realmente hermosa. Me concentré en su belleza, tanto así, que me costó concentrarme en responder su pregunta.

 

- Eh… Bi… Bien supongo, ¿Y tu? ¿Cómo andas?

 

- Bien ahora que estamos aquí bien, ¿Tienes algo? Te vez como adormilado.

 

- Si, lo siento es que me había quedado dormido.

 

- No hay problema, mejor que descansaras, así estaremos ju… divirtiéndonos toda la noche – Se sonrojo y desvió su mirada hacia la nada -

 

         No se si fue mi imaginación, pero hubiera jurado que iba a decir la palabra “juntos”.

 

- Espero que así sea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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