Libro: The Eyes
Nunca se es demasiado joven para escribir.

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Dura Verdad
 
 
 
 
            Después del timbre de fin de la clase me dirigí al comedor lentamente, no quería estar en compañía de nadie, no sabía cómo afrontar la realidad ¿Cómo debía de tomar todo lo ocurrido y descubierto? Lo único que sabía, era que el terror no era la mejor forma. No me podía creer que Gabriella, un ser tan hermoso y delicado me allá confesado tal atrocidad.
 
            Entre en la cafetería y tome mi comida, me dirigí con pereza y muchos pensamientos raros en mi cabeza, no sabía qué hacer ¿Debía seguir siendo su amigo o debía huir? Ninguna de las dos opciones me agradaba. Después de todo conseguí la respuesta que tanto anhelaba el primer día de clases, ahora si entendía el porqué los Growney se mantenían tan distanciados de las personas comunes. Me fije que Brandon, Emily, y Anthony se acercaban a mi mesa y tan pronto fueron a tomar asiento yo me pare para sentarme los más alejados de ellos, tanto como me fuera posible; Note como Brandon me veía extrañado al igual que Emily, pero Anthony no me prestó la menor atención, incluso parecía agradarle mi ausencia.
 
            Me senté en una mesa que se hallaba vacía y vi que George caminaba buscando asiento, y me vio, se extraño al verme solo y creo que pensó en sentarse conmigo, pero le puse cara de pocos amigos, y al mismo tiempo lo llamaron por su nombre, y una muchacha de pelo rojizo le hizo señas con la mano para que se sentara con ella, el giro hacia su derecha y camino hacia donde se encontraban varios estudiantes y la muchacha que lo había llamado, pero mientras se encaminaba hacia aquella mesa me dirigía varias miradas fugitivas que las pude captar.
 
            Escuche el ruido sordo de una bandeja que dejaron caer suavemente en mi mesa y me sobresalte un poco, mire para observar quien se sentaba frente de mí.
 
- No has dormido nada ¿Cierto?
 
- ¿Cómo lo sabes? ¿Me espiaban de nuevo tú y Ryan? – Dije tratando de aparentar disgusto, pero no lo logre muy bien que digamos -
 
- ¿Ah? ¿Espiar? – Dijo arrugando su rostro – Se te nota Liann ¿Acaso no te has visto en un espejo? Tus ojeras son gigantes, deberías descansar.
 
- ah… - Dije casi a susurros mientras bajaba la mirada y la posaba en mi bandeja con comida que se hallaba intacta –
 
- Creo que debí quedarme callada… - Dijo, y tomo su bandeja y se iba a parar de la mesa en la cual nos hallábamos –
 
- Gabriella – Dije y ella volvió a tomar haciendo –
 
            Se limito a observarme.
 
- ¿Ryan sabe que me dijiste? – Su rostro cambio a preocupación –
 
- ¡No, y mejor que calles! – Dijo alzando un poco su tono de voz, nunca la había visto tan nerviosa - Si se entera de que te dije sin su permiso… Tengo que convencerlo de que está bien que lo sepas o si no… - Hizo una pausa –
 
- ¿Qué ocurriría? – Dije algo preocupado - ¿Te hará daño? – Me estremecí ante aquello –
 
- No… - Puso cara de horror – Liann, el te… el te podría… el podría acabar con tu vida.
 
            Senti que el estomago se me apretó y me comenzó a doler el pecho, tarde un poco en darme cuenta de que respiraba ruidosamente debido al miedo.
 
- Creo que tenía que hacerle caso y nunca haberte conocido... – Dijo bajando cada vez más la voz y también la mirada posándola en la mesa -
 
- ¿Ah que te refieres con “Creo que tenía que hacerle caso y nunca haberte conocido”? ¿Me querías conocer? – Dije sorprendido –
 
- ¿Acaso no recuerdas lo que dije ayer? – Volvió a mirarme – Te dije claramente que me hallo conectada contigo, o por lo menos eso siento yo.
 
            Sentí su penetrante mirada, pero ya no me causaban tanta felicidad, de vez en cuando sentía temor ante su mirada y presencia.
 
- Cierto, bueno trata de convencer a Ryan y listo – Dije mientras tomaba un poco de mi comida y la introducía en mi boca –
 
- ¡Shhhh! – Dijo apresuradamente – Podría escuchar – Dijo en un tono de voz muy bajo y señalo con su cabeza a la entrada de la cafetería –
 
            Era él. Ryan estaba entrando a la cafetería y prosiguió a buscar una bandeja para servirse comida. Volví a posar mi mirada en el hermoso rostro de Gabriella y vi que sacaba un papel de su bolsillo como si hubiera estado esperando a sacarlo desde hace rato, y luego lo coloco frente de mi bandeja y se fue a seguir a Ryan.
 
            Desdoble el papel con sumo cuidado para leerlo y decía:
 
 “Liann se que tienes muchas preguntas por hacerme, así que veámonos a las 4:30 pm. Dirígete 2 kilómetros hacia el Oeste de tu casa. No se te hará difícil encontrarme estaré en la orilla de la carretera. Te espero. “
 
            Pose mi mirada de nuevo en Gabriella y Ryan que se hallaban caminando hacia una mesa vacía, muy lejos de la mía.
 
            Tan pronto termine mi comida salí de la cafetería para dirigirme a la siguiente clase. Me hallaba caminando por los pasillos y cruce en una esquina, tan pronto cruce alguien me tomo de la camisa y me pego contra la pared, pero no para golpearme, sino solo para detenerme, al parecer ya me estaba esperando.
 
- Tenemos que hablar.
 
- No hay nada que hablar Brandon – Dije quitando su mano de mi pecho –
 
- ¿Cómo que no? – Dijo alzando un poco la voz – Liann estas diferente. Ya no nos hablas, ni te sientas con nosotros ¿Qué ocurre? Nosotros te tratamos de unir a nuestro pequeño grupo pero no pareces querer estar en el.
 
- Brandon no es contigo, créeme no tengo nada contra ti… - Me interrumpió –
 
- ¿Es por Anthony? El siempre ah sido un… - Ahora lo interrumpía yo –
 
- No es el, son problemas en los cuales no puedo involucrarlos… Créeme, no les conviene y no pueden hacer nada ya.
 
            Me miro arrugando la cara.
 
- Solo espero que no te metas en problemas – Dijo mientras daba media vuelta para irse -. Una cosa más – Se volvió hacia mi -, creo que has herido a Emily no sé el porqué, pero deberías hablar con ella – Giro y se fue –
 
 
 
            Maneje nervioso, preguntándome una y otra vez si hacia lo correcto. No sabía si tenía que ir a aquel lugar donde Gabriella me esperaba. La observe a la orilla de la carretera, pero me percate de que no había ningún auto, pero aquello no me sorprendió ya que sabia que no lo necesitaba. Estacione mi coche a la orilla de la carretera, pensé una última vez si debía bajarme o no, pero al final cedí a su invitación y baje. Cerré de un portazo y listo para ir hacia donde ella se encontraba, pero, no me había percatado de que se hallaba a mi lado en un abrir y cerrar de ojos así que me sobresalte.
 
- Por favor… No hagas eso.
 
- Discúlpame.
 
            Emprendió marcha y la seguí.
 
- ¿A dónde vamos exactamente? – Dije un poco temeroso al seguirla –
 
- Calma, un poco adentro del bosque para que nadie nos pueda observar – Dijo mientras caminaba con paso firme –
 
            Le seguí el paso hasta que se detuvo, y giro para observarme.
 
            Caminamos unos 15 minutos aproximadamente, lo cual me preocupo un poco, ya que nos habíamos adentrado mucho.
 
- Ok, ahora podemos sentarnos y conversar – Dijo mientras se sentaba en una roca grande que se hallaba frente a mi –
 
            Yo observe a mis alrededores y me senté en el medio de un tronco que se hallaba roto por la mitad y de manera horizontal en el suelo.
 
- Podemos empezar en ¿Por qué me dijiste que eras una vampira si Ryan te lo prohibía? – Dije con estrés -
 
- ¡Tenias que saberlo!, es la única esperanza de que estemos juntos, tenía que saber la verdad, puede que Ryan comprenda y me deja estar contigo, se que fue egoísta de mi parte pero… Te necesito Liann… - Entristeció sus fracciones y bajo la mirada –
 
- Pero sabias que eso podría implicar mi muerte…
 
- Nunca lo vi de esa manera – Levanto rápidamente la mirada y sus ojos se interceptaron con los míos -, siempre pensé que Ryan me dejaría tenerte, pero después de haberte dicho pensé las cosas a profundidad y sabia que a él le disgustaría.
 
- ¿Y por qué no lo pensaste antes? – Dije arrugando la cara debido a la duda -.
 
- Porque sabía la respuesta y no me quería enfrentar a la dura verdad…
 
- ¿Cuál? ¿La de que me Ryan me mataría?
 
- ¡Sombre mi cadáver Ryan te mata!
 
            Era eso lo que quise escuchar cuando me enfrente con Ryan en la cafetería, pero ahora significaba más de lo que pudo significar en cualquier otro momento; Ella me eligió a mí en vez de a elegir a Ryan. Seguí observando su mirada, la cual me mostraba que estaba dispuesta a darlo todo por mi vida.
 
- Se siente raro que tú me protejas a mí… Es decir tu eres la mujer – Dije mientras sobaba mi nuca y me reí un poco junto con ella –, otra pregunta, aun creo que ya se la respuesta.
 
- Dime – Dijo poniendo seria su expresión de nuevo –
 
- ¿Por qué Ryan me ataco el día de la fiesta en el bosque?
 
- Ah sobre eso… - Dijo apretando los labios y dudando de hablar – Puede ser que esto te de miedo o no se pero te lo contare… Yo te vi el primer día de clases y como te dije sentí una conexión contigo, sentí que estabas hecho para mí, y pensé en las muchas formas que podría presentarme, pero me sentí tan atraída a ti que me deje llevar por esa emoción… El deseo me consumió, quería tenerte, quería que fueras mío, al verte sentí alegría y ganas de seguir viviendo, me hallaba excitada de la alegría… Tanto así que quise chuparte la sangre o convertirte en un vampiro, o estabas muerto o estabas conmigo, tu discutías con tu hermana de si ir o no a la fiesta y se me ocurrió encontrarme por pura “casualidad” contigo en la fiesta, pero, para ello tenía que mantener el control, así que dije que me hallaba enferma para salir de clases y de esa forma lograba que Ryan me llevara a alimentarme – Aquellas palabras hicieron que me estremeciera -, bueno dimos caza a unos delincuentes para saciar mi sed, una sed que tu provocaste – Me sentí culpable -, después de dar caza a aquellos delincuentes nos dirigimos a casa, yo trate de engañar a Ryan para ir a verte, ya que sabía que él no me dejaría, pero el muy listo me siguió, yo me hallaba en el bosque observándote, y apareció alguien… - Hizo una pausa –
 
- ¿Quién? – Dije intrigado –
 
- A mi lado se hallaba Frank Boenigk, era un miembro de nuestra familia, cuando Ryan me convirtió éramos 3 Growney, Frank, Ryan y yo, pero Frank se fue con otra familia de vampiros ya que no soportaba las reglas de Ryan, él quería dar caza a cualquier humano y Ryan se opone a eso, ya que el solo caza a la escoria, gente miserable que según él no merece vivir – Arrugo la cara mientras decía aquellas tenebrosas palabras, repentinamente dejo ver su lado asesino -, nosotros se puede decir que tratamos de hacer el bien pero Frank… Siempre tuvo un pensamiento distinto, por ende se fue a vivir con los Boenigk que siempre han sido tan poco cuidadosos que un día los humanos se darán cuenta de que los vampiros exitismos… Desde que Frank se separo de nosotros se volvió un enemigo más y Ryan lo ah odiado desde ese entonces. Pero volviendo a la historia… Frank se poso a mi lado y tuvimos una discusión, él quería cazarlos a ustedes pero yo me opuse, aunque sabía que moriría ya que Frank es un vampiro que ha participado en muchas peleas y tiene experiencia en ello, en cambio yo nunca me eh debatido contra nadie, en el momento en que los dos nos agazapamos para enfrentarnos llego Ryan que es tan buen o mejor luchador que él y Frank bajo la guardia porque sabía que no tenia oportunidad y dijo “Algún día los Boenigk reclamaremos nuestro territorio”, luego dio media vuelta y se fue, Ryan lo siguió y allí fue cuando tu escuchaste mis gritos ¿Recuerdas? El “¡Ryan no!”, luego Ryan lo alcanzo y lo tomo por la camisa pero Frank lo empujo contra un árbol y este callo, Ryan me ordeno que me fuera y yo me negué pero el insistió, y luego sospeche que Frank no estaría solo y eso podría implicar la muerte de Ryan, así que los segui a toda velocidad, pero escuche algo que me hizo cambiar rápidamente de opinión… Te escuche a ti, fui corriendo a donde te hallabas… Luego te vi a ti en el suelo y vi como otro vampiro de la familia Boenigk te había atacado y el al escucharme se fue, imagino que pensó que estaba acompañada y temió por su vida…
 
            Hizo una pausa me miro con antes de continuar.
 
- El resto lo sabrás… - Se hizo otra prolongada pausa antes de que alguno de los dos dijera algo -
 
            Aquella historia me hizo estremecerme ya que era espantosa, mientras yo estaba en una fiesta Gabriella y Ryan luchaban para protegernos y arriesgaban su vida. No sabía que decir.
 
- Creo que ya eh aclarado la mayoría de tus dudas ¿No es cierto? – Dijo aun con la mirada fijamente en mí –
 
- Bueno… No sé si todas, pero… No sé en qué pensar, así que se puede decir que si, las has aclarado todas.
 
            Gabriella levanto la mirada para ver el cielo, y luego me volvió a observar.
 
- Bueno es tarde deberíamos irnos – Dijo acercándose a mi –. No es muy inteligente que nos encontremos solos en el bosque, y sin Ryan.
 
- Estoy de acuerdo – Dije con temor y luego nos fuimos caminando para ir a la autopista donde se hallaba mi auto –
 
- ¿Qué harás cuando me valla? – Pregunto Gabriella para sacar conversación –
 
- Eh… - No esperaba conversar con ella así que tarde en reaccionar – Supongo que ir a hablar con Emily.
 
- ¿¡Que!? – Grito Gabriella y detuvo su marcha para mirarme - ¿Qué tienes que hablar con ella? – Dijo con un tono de voz alto –
 
- ¿Qué pasa? ¿Por que gritas? – Dije sorprendido –
 
- ¡No creas, que no se que casi la besas Liann, estaba observándote aquel día que saliste del cine!
 
- OK, pero cálmate si – Dije aun sorprendido –
 
- ¿Te gusta Emily? – Dijo cambiando todas sus fracciones y emociones, de la ira paso a la tristeza en cuestión de segundos – Tenía que haberlo imaginado… - Dijo ya casi en susurros - Quién quiere estar con una bestia que matar personas ¿Verdad? – Bajo la mirada – Siento haberte involucrado en todo esto, no debí haber interferido en tu vida, tu eres humano y yo un vampiro…
 
- Gabriella – Dije en voz baja acercándome a ella, y levantando su rostro con mi mano derecha -. Tú eres a la persona que amo.
 
            Y a continuación la bese.

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